Ciudad de México

Ana SOLANO

Su amor por el tango los unió y sin más necesidad que la magia de su talento, el bandoneón, el piano y la voz, Cesar Olguín y Pablo Ahmad nos ofrecerán este miércoles 18 de octubre en el Lunario del Auditorio Nacional una noche de sinfonías,  letras nuevas y antiguas en lo que a la vieja usanza de la bella Argentina se conoce como recalada, y ellos nos presentarán como TANGO BAR.

Esta vez el público podrá disfrutar en punto de las 9 a estos dos artistas en un formato en el que, así como en las bohemias, se sentirá la cercanía de un gran espectáculo para saborear y tararear temas como Volver, El día que me quieras, Por una cabeza, Nostalgia

Desde el lugar donde crean y producen, en su estudio de grabación, en el quinto piso de un edificio de la colonia Del Valle, en la capital del país, ambos artistas quienes nacieron en Argentina pero que han adoptado nuestra patria como su casa desde hace ya varios años, nos reciben y cuentan sobre sus trayectorias y proyecto en puerta.

Relatan sus discografías Cesar con 27 y Pablo con 8 producciones; la forma cómo han compaginado después de conocerse por azares musicales allá por el 2010 cuando debido a la reparación de un bandoneón que Olguín realizaría al joven cantante y que, a carcajada abierta, dijeron jamás quedó listo, pero la amistad sí y hoy pasa a ser incluso familia. 

César es fundador de la Orquesta Mexicana de Tango a la cual invitó a participar a Pablo luego de escucharlo cantar y con la que juntos grabaron 3 discos para finalmente formar un dueto del que nació una producción más en la que solamente participan ellos dos con bandoneón y su voz.

Después de haber sido alumno, Pablo pasó a formar parte de la Orquesta con la que grabaron 3 discos y finalmente decidieron formar un dueto del que nació una producción más de 15 temas que se llama Estado de Tango en el que ambos aportan de cada una de sus trayectorias, la mezcla del estilo de rock de Pablo y el tango tradicional de Cesar Olguín. 

Y en esta ocasión en el Lunario presentarán ese repertorio de Estado de Tango, más-menos 22 temas en los que retomarán los conceptos de lo que se ha hecho para volver al tango puro: bandoneón y voz.

Será en vivo, totalmente tanguero y en la intimidad de la bohemia en la que. por qué no, la gente podrá incluso pedir una pieza.

Y es así como en unos días más a las 9 de la noche el Lunario se vestirá de lujo para que los turistas, la gente que gusta de este género y aquellos que apenas lo van a conocer centren sus sentidos en la bohemia, la intimidad y no en el grandilocuente espectáculo lleno de bailarines, luces donde el cantante queda en el cuarto plano.

“Aquí será como si estuviésemos en un asado, o en un bar, o al final de cualquier espectáculo en el que nos quedamos para entonar más piezas, después de que todos se fueron y ahora estamos al calor de la bohemia. El protagonista será el tango”, narró Pablo con su marcado acento argentino.

El tango nunca se ha ido y siempre vuelve porque tal y como nos platicó  César Olguín llegó desde Argentina y tiene similitud con la canción mexicana en sus letras del amor, desamor, celos, vida y muerte.

Las abuelas o tíos de México, dice, cantaban tango en los años 50 cuando tuvo su mayor auge pero también ha estado presente en los niños con temas como Ché Araña que escribiera Francisco Gabilondo Soler “Cri Cri”. Además Chava Flores, Agustín Lara, María Grever, Fernando Esparza Otero también hicieron lo propio con el tango.

Tango Bar ofrecerá sorpresas musicales porque de entre los asistentes habrá algunos artistas que serán  invitados a subir al escenario para compartirlo con César Olguín y Pablo Ahmad. Aún no pueden decir quiénes subirán pero ya están confirmados de asistir Susana Zavaleta, Carlos Cuevas y Héctor “Bocha” Mazza.

Este será sin duda un espectáculo completo y ambos artistas invitan a Tango Bar “para que la gente disfrute lo que sienten los músicos cuando se hace tango”.

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